La vida de un seguidor
La vida del seguidor de Cristo es sobre depender de Dios, no de un hombre o una mujer. (Pastor o pastora)
Venir a la iglesia con un corazón humillado y humilde. Dispuesto a entregar las cargas y pecados.
No tener vergüenza de alabar, aplaudir, cantar, bailar, adorar para el señor.
La dureza no la voy a ablandar yo, eso lo hace el espíritu santo.
No vemos la presencia de Dios, pero está con nosotros por la fe. No dejar la presencia y palabra de Dios en la iglesia, llevarla a casa y durante toda la semana.
Dios no va a dejar de procesarnos. Él necesita sacar lo mejor de nosotros.
Vamos a entrar una y mil veces al horno, pero saldremos como oro.
Lo que más importa es lo que Dios me dice. Él necesita que nosotros le hablemos y que lo escuchemos.
Somos escogidos de Dios. Permitir que seamos moldeados.
Historia de Pablo: "-Señor, quítame este aguijón".
"-No, bastate de mi gracia".
Desde el polvo me levantará Jehová. Él está dispuesto a fortalecerme pero permitirle entrar a nuestra casa.
A través de nuestra fe, no desistir. Seguir caminando. (A pesar de todas las excusas o cosas malas)
Cuidado con la boca. A veces bendecimos y a la vez maldecimos.
Lo que sale del corazón habla la boca.
Soltar y perdonar. Ser libre en Jesús.
Sentirme identificado con la palabra.
Cavar, hacer cimientos, echar raíces en Jesús.
Que de mi boca salga bendición. Trabajar con nosotros mismos.
Ser inmovibles. Que no me puedan tirar fácil. Que no venga un vientito y me tire.
A las palmeras no las tira ni terremotos, ni tsunamis, ni huracanes, porque tienen raíces duras, fuertes y profundas.
Dios está trabajando todos los días, a pesar de que no lo pueda ver.
Levantar la cabeza y decirle a Dios: "Gracias".
Dios permite las tormentas para que nos acerquemos más a Él y hacernos más fuertes.
Seguir cavando, leyendo la biblia, su palabra.
Dios no va a permitir que me pierda. A lo largo, o a la corta, Él me traerá de vuelta.
Hay cosas que nosotros tenemos que dejar.
Soltar al viejo hombre, a la vieja mujer.
El momento que acepté a Cristo, ya soy otra persona. Soltar el pasado.
Dios va a cavar hasta lo profundo de mi corazón. Nos va a sacar las caretas. A Él le interesa nuestro interior.
La verdadera lucha está en nuestra mente. Nos hace ver nuestros errores, que no lo podemos hacer, pero Dios me dice: "Avanza, seguí caminando, cavando".
Filipenses 1:6
"Él que comenzó la buena obra, la perfeccionará".
Jesús murió por nosotros, ahora hacer nuestra parte.
Jeremías 29:11
Salmos 40:1-3
"Pacientemente espere en Jehová".
"Me sacó del lodo cenagoso".
Dios quiere darme gozo, bendecirme, pero debemos tener paciencia, saber esperar.
Tan solo Dios me puede calificar.
Jeremías 29:11
Tener pensamientos de paz, amor.
Hacernos dependientes de Dios. (Todos los días de nuestra vida)
Que Él sea nuestra razón de vivir, todo lo demás son añadiduras.
No caminar por mis sueños, caminar por los sueños de Dios.
Salmos 37:4
"Deléitate en Jehová, y Él concederá las peticiones de tu corazón".
Dejar la bronca, el rencor. Buscar la templanza. (Moderación, cordura, prudencia)
"Tengo esto gracias a Dios".
"Logré esto gracias a Dios".
Dios sabe mis errores, imperfecciones, pecados, pero cuando nos entregamos a Él, nos restaura.
¿Qué tipo de tierra somos? (Parábola de la semilla)
Nosotros somos la flecha de Dios.
Cuando el arco se estira, nos duele, pero cuando nos suelte, vamos a ir lejos.
Cuando más hacía atrás nos estira, más lejos y alto vamos.
Permitir que Dios haga algo en nuestra vida. Esta batalla está ganada, pero debo mantenerme en el proceso y seguir.
Hasta el final de nuestros días seremos procesados.
Pastor Julio
Miércoles 06/08
Iglesia Catedral de la Vida- Barrio San Rafael
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