Rompecabezas

Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones. - Jeremías 1:5

Dios nos creó individualmente, únicos como artesano y no como fabrica en serie.

Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Proverbios 22:6

Dicc. Instruir: Proporcionar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias para darle una determinada formación.

Cada persona es hecha como ser único por Dios y viene instruido, es exclusivo y también es única, la forma de tratar a cada persona. Así Dios tiene una forma única de procesar a cada uno, sin importar que esté en la misma familia, siempre son diferentes, no se puede lograr algo bueno si tenemos el mismo trato o forma de dirigir a todos por igual, aunque pasemos nuestra forma de ver, cada uno tiene su propio ADN, exclusividad de Dios. Aceptarnos tal como somos es aceptar a Dios su perfecta voluntad, en nosotros y también en los demás.

1° nos reconciliamos con Dios cuando nos aceptamos como nos hizo y respetamos que tenemos instrucciones, creencias desde niños y que solo el Espíritu Santo, nos va moldeando para nuestro bien y a la vez, entender que también son únicas las otras personas, instruidas con creencias; conocer cómo son cada uno, y buscar la sabiduría de Dios para el trato con ellos. 

Dios ama y le encanta lo exclusivo y autentico, si nos rendimos a su voluntad, vamos a aprender que todos somos diferentes y el trato también.

Como una hermosa orquesta, seria feo y no funcionaria que todos toquen el mismo instrumento de igual manera.

El cuerpo de Cristo es formado como un gran rompecabezas con piezas únicas y diferentes, que muchos quieren que sean puros cuadrados, iguales pero Dios es perfecto y ama lo “imperfecto”.

Ni una estrella, gota de lluvia o copito de nieve son iguales; Ninguna historia bíblica es perfecta, ni parecida. 

Cada persona tiene sus propios procesos, tiempo, carácter, talentos y habilidades, como las recetas (a veces los mismos ingredientes pero distintas cantidades) y por ende su propósito y tratos exclusivos.

Todos y cada uno, somos una pieza única, diferente, imperfecta que se unen y hacen un gran rompecabezas, como cada persona de la biblia, somos el cuerpo de Cristo.

Palabra by Paola C. Bellesi GC 2284 B° Observatorio

Viernes 19 Hs